Enfermedades de encías: Gingivitis y Periodontitis

El diagnóstico de una enfermedad periodontal (como gingivitis o periodontitis) suele generar un miedo inmediato a perder los dientes. Es fundamental entender que el objetivo principal de cualquier tratamiento es detener la enfermedad y preservar tus dientes naturales. En las etapas iniciales, un tratamiento es tan sencillo como una limpieza profunda profesional (raspado y alisado radicular), que elimina las bacterias y el sarro que causan el daño, sin ser doloroso ya que se utiliza anestesia local. Para casos más avanzados, aunque se requieran procedimientos quirúrgicos menores (como cirugías de colgajo), el propósito es regenerar el hueso o la encía perdida. Estos tratamientos no son el final del camino, sino la herramienta más efectiva para estabilizar tu salud oral y evitar la extracción dental.

Otra preocupación común es si el tratamiento es curativo o si la enfermedad volverá a aparecer. Las enfermedades periodontales son crónicas, lo que significa que la clave del éxito a largo plazo es el mantenimiento, no solo la curación inicial. Una vez que el periodoncista ha limpiado las bolsas periodontales, tu participación activa es esencial. Esto implica seguir un régimen estricto de higiene en casa y asistir a visitas de mantenimiento periodontal regular (cada 3-4 meses). Este seguimiento constante no es un castigo, sino la mejor garantía de que la enfermedad se mantendrá bajo control. Con una buena colaboración entre tú y nuestro equipo dental, puedes reducir significativamente la recurrencia y asegurar una base saludable para tu sonrisa de por vida.